11 Oct Des-aprendiendo los mandatos de la masculinidad hegemónica
Comisión de género, Cali
¿Qué es ser un hombre? ¿Qué es ser un macho? ¿Cómo entendemos la masculinidad? ¿Qué es “lo masculino”? ¿Se puede ser un hombre que se asuma y actúe desde una masculinidad no violenta y contrahegemónica, en el medio de la formación social capitalista y patriarcal?
Algunas de estas preguntas nos atraviesan al recorrer este proceso de cuestionarnos nuestros privilegios, de dejar a un lado los prejuicios y la comodidad.
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común es un partido anti patriarcal, que lucha contra todas las formas de explotación y opresión; así lo definimos colectivamente y en esta vía trabajamos todos los días, empezando por la tarea que parece más pequeña, hasta la proyección estratégica por la transformación estructural de la sociedad colombiana.
Es claro que no estamos exentas/os de contradicciones, que nos generan traumatismos y tensiones pero que también nos permiten avanzar cuando somos conscientes de ellas y luchamos por superarlas, así es la dialéctica. Es por esto que tal vez, los primeros pasos para caminar hacia una masculinidad coherente con nuestra perspectiva histórica, sea generar un proceso que permita des-aprender, sacar de nuestras concepciones y prácticas, las formas tradicionales de entender eso que llaman es ser un “hombre”.
Desde nuestro nacimiento, o inclusive antes del mismo, independientemente de nuestra voluntad, se generan mecanismos para que asumamos un rol en el lugar que nos asigna la división sexual y social del trabajo, para ser funcionales al sistema de producción y reproducción de la vida. Así, a quienes nacemos con pene y testículos, se nos obliga consciente o inconscientemente, a asumir una manera de entendernos y entender el mundo, en el que “nos corresponde” ser dominantes, productores, penetradores, insensibles, proveedores, competitivos, en fin, el conjunto de rasgos que garantizan un ser hombre, funcional al patriarcado como sistema de dominación de los hombres hacia las mujeres y por supuesto a la estructura socio-económica que garantiza la dominación del capital sobre el trabajo.
Nos encontramos en el segundo taller del ciclo “Ser un hombre revolucionario es ser anti-patriarcal” para reflexionar colectivamente sobre la necesidad de ser consciente del origen de los mandatos de la masculinidad. En este, mediante el diálogo, el intercambio y las técnicas vivenciales avanzamos, siendo realistas con todo lo que nos falta, en aprender que la masculinidad se puede vivir de diversas maneras, que la imposición de una masculinidad violenta ha causado mucho daño, para nosotros, pero especialmente para las mujeres con quienes nos relacionamos, y que siendo nuestra perspectiva la superación histórica del capitalismo y el patriarcado, en este lugar y ahora, nos corresponde la inmensa responsabilidad de estar cada vez más cerca de ser hombres y mujeres nuevas