23 Mar Intervención de Iván Márquez en el CNE con motivo de la inscripción del Partido FARC
Palabras de Iván Márquez en el Consejo Nacional Electoral (CNE) con motivo de la inscripción de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) como nuevo partido político.
Durante la revolución y la guerra civil española, Pablo Neruda dijo de González Tuñón que “fue el primero que blindó la rosa”, es decir, que enamoró a la poesía con la política de emancipación de los pueblos y la clase trabajadora insurrecta.
Compañeras y compañeros
Amigos de la paz con justicia social para Colombia
Quiero proclamar en esta sede del CNE, que el conflicto armado que laceró a Colombia por más de medio siglo, a partir del momento, es historia; es historia. Que todos los colombianos de buena voluntad al contemplar el prodigio del Acuerdo de Paz tejido en la Habana, se abracen y celebren, tanto en las ciudades como en los surcos de la patria, y eleven agradecidos sus oraciones al cielo. Empieza una nueva era para Colombia, la de movilización de la esperanza, de la rebeldía y de los tumultos de sueños de un pueblo, que cansado del abuso de sus gobernantes, ya no quiere seguir siendo pisoteado.
Los discriminados y todos aquellos que siempre anhelaron tener un buen gobierno saben que 50 años de rebeldía armada contra un régimen injusto no fueron en vano. La lucha armada generó conciencia, pero también acumuló una potencia transformadora, que es como una gran fuerza, por ahora invisible, pero material al mismo tiempo porque es capaz de derribar injusticias y llevarse por delante la inequidad. Esa fuerza ya está entre nosotros, entre el pueblo y todos los que anhelan cambios… Al convertirnos hoy en Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC, estamos entregando al pueblo esa potencia; esa fuerza arrolladora para que con sus propias manos direccione el cambio.
Es el momento de la decisiones. De actuar resueltamente y de manera colectiva si queremos patria para todos, porque repito, tenemos ya en nuestras manos las elementos que nos hacían falta para construir, desde el sistema y la institucionalidad, un nuevo orden social que abrace a todos los hijos de Colombia, sin privilegios indignantes y sin violencia, y que restaure la dignidad de la gente.
Llamamos a nuestros hermanos que militan bajo el iris de todas las banderas políticas a que busquemos conjuntamente los caminos de la unidad. UNIDOS SEREMOS FUERTES Y MERECEREMOS RESPETO; DIVIDIDOS Y AISLADOS PERECEREMOS, Nos dice Simón Bolívar, El Libertador.
Al pueblo liberal y conservador, a los comunistas y al Polo, a los
Verdes, y a Poder Ciudadano, a la Marcha Patriótica y a la UP, al
Congreso de los pueblos, a las organizaciones sociales que han librado
las más extraordinarias batallas en las calles por sus derechos, a los
militares y policías, a los ex paramilitares y a todos los
excombatientes, a los altos Oficiales y mandos medios de las fuerzas
Armadas, a la gran población cristiana, a la gente que piensa, los
llamamos a dialogar para buscar un pacto de unidad de los colombianos
con una sola bandera, que recoja los sentimientos de todos y así abordar
la construcción del futuro, del país que queremos dejarle a las nuevas
generaciones y que llene a estas de orgullo por vivir en una patria
incluyente, en paz, justa y soberana
Atrás quedó la guerra con su carga de dolor y luto; Hemos cerrado esa
página triste. Ahora debemos dedicarnos a reconciliar la familia
colombiana, curando las heridas con Verdad, y comprometiéndonos todos
los involucrados en el viejo conflicto armado con un rotundo NUNCA MAS
que surja desde nuestros corazones, y el compromiso sagrado que en lo
sucesivo nuestras disputas políticas se harán por la vía civilizada.
El Acuerdo de Paz será el primer ladrillo de la imponente obra arquitectónica del edificio de la paz que será levantado por la minga nacional.
La hora del cambio toca precipitadamente y con urgencia la puerta de Colombia, porque ya todos y todas nos cansamos de tanto abuso, de la corrupción y la podredumbre de las ramas del poder. Ya nos cansamos de la impunidad y del irrespeto a la Nación por parte de algunos magistrados que ausentes de sentimientos de patria posan de impolutos y que se creen intocables frente a la ley mientras se llenan los bolsillos. Ya nos cansamos del ejercicio de ese estilo parlamentario de ciertos congresistas demagogos acostumbrados a los más elevados salarios, cebados en las partidas y en las coimas, de presidentes desalmados y apocalípticos que persisten en su locura de la guerra. Ya nos cansamos de la manera impune como saquean y se roban las riquezas del país mientras el pueblo vive tirado en la miseria. No queremos seguir siendo el tercer país más desigual del mundo; queremos ser el primero en respeto a la dignidad humana y a la naturaleza.
Invitamos a todo el mundo a construir un país decente y a instaurar un Gobierno, que dé un tratamiento humano y solidario a sus ciudadanos, que les de posibilidades de comida, vivienda, educación, salud, agua potable, carreteras, recreación, transporte público barato, teniendo en cuenta a los pobres de Colombia desde los planes territoriales hasta los planes nacionales de desarrollo; un Gobierno que sea respetuoso de la comunidad internacional, de sus vecinos, con los que hay que caminar de la mano, como hermanos. Un Gobierno que se eche al hombro el futuro para las nuevas generaciones.
Queremos ver un campo florecido de proyectos productivos recuperando para Colombia su soberanía alimentaria… Si esto ocurre ya no habrán más cultivos de uso ilícitos. Nos comprometemos a desplegar una intensa pedagogía de sustitución para que los campesinos pobres dejen de sembrar coca. El ejercicio de la minería debe ser responsable para que no degrade la tierra y la naturaleza, y que el resultado de las explotaciones sea dirigido fundamentalmente a impulsar el progreso de los colombianos, y no para que se lleven todo, dejándonos con una mano adelante y otra atrás.
Santos nos ha reiterado que no le fallará a la paz, y le creemos. Le creemos por su determinación, porque un nobel de paz presidiendo una República no puede ser inferior al laurel que ha ceñido sobre su frente la historia.
Agradecemos a todos los colombianos el inmenso aporte que han hecho a la paz, respaldándola siempre. Y para todos aquellos que murieron soñando con un país en paz como Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas y Alfonso Cano nuestro más sincero homenaje desde al altar de la patria.
Ex combatientes de las FARC: somos una comunidad de hermanos y de hermanas, somos familia, y en ella incluimos a todos los excluidos. Seguiremos entonces como una gran familia unida, exigiendo el cumplimiento de las garantías socio económicas prometidas por el Gobierno. Vamos a buscar por todos los medios la materialización de los proyectos productivos y la construcción de ciudadelas de paz, para que en compañía de las Juntas de Acción Comunal y de todos los que quieran, le demos alma a las alternativas de buen vivir.
No olvidamos a nuestros prisioneros. Por eso reclamamos que todos ellos salgan de las cárceles como reza el Acuerdo de Paz. Y por eso también pedimos hoy, muy respetuosamente al Gobierno del Presidente Trump, que firmada la paz en Colombia nos ofrezca, como un gesto adicional de respaldo a esta concordia, la libertad de Simón Trinidad que ya acumula 12 años de prisión. Le pedimos esta gracia esperando que nos ayude para que el caso de Simón sea asumido por la Jurisdicción Especial para la Paz.
Juventud de Colombia, nuestro venia y nuestro reconocimiento. Gritemos VIVA LA JUVENTUD para reconocer el trabajo abnegado por una patria nueva que despliegan en sus banderas al viento la Juventud Rebelde, la JUCO, las juventudes liberales y conservadoras del país. Ellos sabrán trabajar unidos en busca de dignidad para todos. Confiamos plenamente en ustedes, en su creatividad y sus sentimientos solidarios.
Nuestro objetivo sigue siendo la superación del viejo e injusto orden social, encarando su realidad hoy, de todo corazón, comprometidos sin descanso en una constante lucha por los cambios por los que muchos combatientes ofrendaron sus vidas, tal como lo concibiera el comandante Manuel, y motivados en la gran causa de la paz con justicia social y soberanía; aportando cada uno de nosotros al logro de los propósitos, siempre apoyados en las masas, y convencidos de que el triunfo será nuestro, es decir de los colombianos, más temprano que tarde.
Marcharemos contra la tempestad si es necesario para consolidar la paz. SOMOS LA ATERNATIVA. Con nuestra roja rosa blindada, VAMOS PA´LANTE!
HEMOS JURADO VENCER, Y VENCEREMOS.