09 Abr 9 de abril, con la victimas, por la paz
Este 9 de abril, es nuestra oportunidad para rechazar, una vez más, la violencia en todas sus manifestaciones y las laceraciones que ésta ocasiona, no aceptamos más pérdidas de jóvenes cuyos sueños y aspiraciones son arrebatadas en manos de la guerra; no permitiremos que nos quiten la esperanza de vivir en un país en Paz, en donde ninguna persona se vea amenazada o silenciada con el ruido de las balas por pensar diferente, por defender la vida, el territorio y la paz en su comunidad.
¿Cuántas vidas más? ¿Cuántas víctimas más? ¿Cuántos muertos más?
La ola de Violencia que continuamente ha tenido el país, ha atropellado
nuestro derecho a la vida digna, ha lesionado la autonomía de nuestros
territorios y ha condicionado el modo de habitarlos, de vivirlos,
ha anulado la resistencia de las comunidades.
Este 9 de abril, es nuestra oportunidad para rechazar, una vez más, la violencia en todas sus manifestaciones y las laceraciones que ésta ocasiona, no aceptamos más pérdidas de jóvenes cuyos sueños y aspiraciones son arrebatadas en manos de la guerra; no permitiremos que nos quiten la esperanza de vivir en un país en Paz, en donde ninguna persona se vea amenazada o silenciada con el ruido de las balas por pensar diferente, por defender la vida, el territorio y la paz en su comunidad.
Conmemoramos esta fecha afirmando nuestro compromiso por la paz y la reconciliación, celebrando el triunfo de la JEP el día de ayer 08 de abril en la cámara de representantes, no nos amedrantaremos, continuaremos en la lucha por la defensa del Acuerdo de Paz, cuyo objetivo es reivindicar el derecho a la verdad, justicia y reparación que tienen las victimas, no le tenemos miedo a la verdad, seguiremos rechazando la política de guerra que respalda al gobierno de turno, y apoyando siempre el dialogo como un mecanismo de solución a los conflictos, es necesario escuchar a nuestras comunidades, atender sus exigencias y reclamos, velar por el bienestar acompañado de una paz con justicia social en los territorios.
No olvidamos a los líderes y lideresas sociales que han sido asesinados, a los que callaron su voz pero su legado de resistencia permanece en las comunidades que se niegan a vivir en guerra, después de la firma del Acuerdo de Paz baja el número de victimas de la guerra pero aumentan los ataques a los defensores de derechos humanos, lideres y lideresas sociales, no debemos permitir que las cifras de asesinatos y amenazas sigan aumentando, mantenemos viva la Esperanza. Ni un asesinato más por pensar diferente, ni una ‘’masacre con criterio social’’ más en los territorios donde la defensa por la vida y la paz prevalece.