[vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]
Por: Olga Lucia Marín
Desde 1977, año en el que ingresé a la lucha revolucionaria, he sentido un profundo respeto por el Partido Comunista Colombiano. Milité cinco años en la JUCO cuando esta organización dependía, en todo, de la dirección nacional del Partido. Cuando vendíamos Voz Proletaria. Cuando participamos en el Paro Cívico del 77, guiado por sus orientaciones. Cuando participé en los tres primeros festivales del semanario. Y cuando trabajé en la imprenta Nueva Colombia.
Tuve que dar muchas clases del “Programa de los comunistas” a las guerrilleras y los guerrilleros de las FARC-EP; cuando era nuestro programa ese documento que consignaba la problemática política, económica y social del país.
Igual con la línea política, nos enseñaba la importancia de la unidad, el trabajo con las bases, los mensajes que debíamos mover en aras de conformar ese gran movimiento político nacional con todas las fuerzas de izquierda y demócratas del país.
Ese partido que se movía en todos los círculos sociales de Colombia: sindical, cultural, periodístico, agrario, judicial, por nombrar algunos. La JUCO también, con una fuerte influencia en el movimiento estudiantil, como ejemplo.
La guerra sucia se ensañó en sus militantes. Tengo que recordar a Teófilo, Miller, Manuel, entre miles y miles.
No puedo dejar de lado a tres entrañables mujeres que fueron referentes en mis primeros años de militancia, por su compromiso militante, por su destacada labor en sus tareas y por su amistad: Yira Castro, Consuelo Ávila y Blanca Villamil.
Hoy sigue siendo un partido que en medio de la barbarie de quienes han gobernado este país no ha arriado la bandera por la paz con justicia social y el socialismo.
Camaradas, para mí, ustedes siguen siendo aliados estratégicos. Seguimos unidos por lo más preciado que tenemos las y los comunistas de Colombia, que es ese convencimiento que merecemos una patria distinta, amable, solidaria, humanista, en un sistema distinto.
Seguiremos adelante, el camino es uno solo, el que seguiremos transitando de la mano.
Se les quiere cantidad. Feliz cumpleaños.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]