Leonardo León
Luego del sepelio de el dirigente del partido Farc Albeiro Suárez en el municipio de Mesetas, Meta, quien fue asesinado por los enemigos de la paz en La Uribe, cientos de militantes iniciaron una larga marcha hacia la ciudad de Bogotá.
Ya van 234 exguerrilleros de las FARC-EP asesinados luego de la firma del acuerdo de paz, con la complicidad del gobierno que prometió hacer trizas los acuerdos pero que ante los organismos internacionales dice que está cumpliendo lo pactado por el Estado colombiano en La Habana con el objetivo se sseguir obteniendo recursos económicos para la guerra en nombre de la paz.
Es por eso que, desde distintos lugares del país y principalmente desde el centro oriente de Colombia, se están movilizando cientos de personas, tanto firmantes del acuerdo como simpatizantes de la paz, desde hoy, 21 de octubre, esperando arribar a Bogotá a finales de mes, permaneciendo hasta los primeros días de noviembre.
Se espera también la llegada de manifestantes de otras partes del país con el objetivo de poner en el centro del debate nacional el genocidio político que está en curso, no solamente contra los militantes del partido Farc, sino contra la izquierda en su conjunto, líderes sociales, ambientales, indígenas, negros, miembros de la Unión Patriótica y la Colombia Humana, pues el régimen decadente ve cómo el pueblo va despertando, poniendo en riego el poder al que la oligarquía se ha aferrado a sangre y fuego y por el que ha generado una serie de guerras civiles desde el siglo XIX hasta el actual conflicto social y armado que no ha permitido cerrar de una vez por todas.
Ésta no es una marcha de sólo un partido, es por la vida, por la paz, por la implementación de los acuerdos, por que pare el baño de sangre. De ahí que se requiere toda la solidaridad de las mayorías, sea de manera activa uniéndose a la movilización o desde cualquier pequeña acción que aporte a detener la muerte que asola los campos y ciudades del país.
Por la vida, por la paz, vamos a salvar los acuerdos.