03 Oct Aportamos verdad de cara al país
Tal y como lo dió a conocer en el día de hoy la Jurisdicción Especial para la Paz, los exintegrantes del Secretariado del Estado Mayor Central de las extintas FARC-EP hemos manifestado nuestra decisión de aportar verdad y reconocer la responsabilidad de las FARC-EP en los homicidios de Álvaro Gómez Hurtado, Jesús Antonio Bejarano, Fernando Landazábal Reyes y Pablo Emilio Guarín, así como de Hernando Pizarro y José Fedor Rey. De esta manera, ratificamos nuestro compromiso indeclinable con la paz de Colombia, con las víctimas y sus familiares.
El 2 de noviembre de 1995, pasadas las 10 de la mañana Colombia y el mundo recibían una de las más desgarradoras noticias de su historia política: había sido asesinado el político conservador Álvaro Gómez Hurtado. Durante 25 años, este crimen, declarado como de lesa humanidad en mayo de 2019, ha permanecido en una impunidad que lacera la herida abierta en el corazón de la familia y amigos de Álvaro Gómez.
Hoy, a pocos días de cumplirse 25 años de este asesinato, los miembros del antiguo secretariado de las extintas FARC-EP reconocemos ante la familia de Gómez Hurtado, el país y el mundo que somos responsables de este hecho. Tras muchas horas de reflexiones individuales y colectivas, honrando nuestro compromiso con la construcción de un sociedad más justa fundada sobre los cimientos de la verdad más amplia y completa posible, hemos decidido esclarecer los hechos y las razones del homicidio de Álvaro Gómez Hurtado.
No pretendemos escudar nuestra responsabilidad en la larga confrontación armada o atribuir la decisión a quienes hoy ya no nos acompañan. Queremos que la familia de Gómez Hurtado y el país conozcan toda la verdad, sin intermediarios y sin interpretaciones que obedezcan a agendas que no sean las de la verdad plena.
Ante la JEP y la Comisión de la Verdad explicaremos por qué Álvaro Gómez Hurtado era considerado por nuestra organización un objetivo militar y un enemigo de clase que representaba a quienes habían declarado la guerra a las nacientes FARC-EP y por qué decidimos callar este hecho todos estos años.
Reconocemos que fue un error haber asesinado a un político de la talla de Álvaro Gómez Hurtado. Hemos leído sus biografías y hoy sabemos que su contribución a la paz del país habría sido fundamental. Pero la guerra nubla la mirada del futuro y sólo permite ver la realidad en blanco y negro para dividirla en amigos y enemigos.
Hoy sabemos que nuestros adversarios en la guerra pueden ser nuestros aliados en la paz. Por eso, con humildad y profundo sentido de responsabilidad con las generaciones futuras, pedimos perdón a la familia, amigos, copartidarios y al país entero por haberle arrebatado a la democracia y a la paz del país a un hombre como Álvaro Gómez Hurtado.
Rodrigo Londoño Echeverry
Milton de Jesús Toncel Redondo
Jaime Alberto Parra
Juan Ermilo Cabrera
Pablo Catatumbo Torres Victoria
Julián Gallo Cubillo
Pastor Lisandro Alape Lascarro
Rodrigo Granda
Bogotá, 3 de octubre de 2020.