16 Mar ENTENDEMOS QUE EL ACUERDO ES EL QUE ESTÁ OBJETADO
¿Qué priorizamos decirle al presidente? Y en especial frente a días agitados por sus objeciones a la JEP que vinieron a generar más incertidumbre y desconfianza no solo entre nosotros si no también en una parte importante de la sociedad.
Bienvenido señor presidente al ETCR Simón Trinidad. Desde un comienzo le informamos que está ubicado en la vereda Tierra Grata del municipio de Manaure, Cesar. No en San José de Oriente, municipio La Paz, como dicen los decretos que reglamentan los Espacios.
Cuando nos informaron de su visita y dada la situación del Proceso, aquí se planteó la pregunta ¿qué priorizamos decirle al presidente? Y en especial frente a días agitados por sus objeciones a la JEP que vinieron a generar más incertidumbre y desconfianza no solo entre nosotros si no también en una parte importante de la sociedad. Qué priorizamos decirle, si aquí estamos en condiciones similares como en 1964 en Marquetalia, solicitando agua, vivienda, carreteras, tierra y democracia.
Nos preguntamos en qué aprovechar el tiempo con el presidente para informarle en el terreno, sobre las consecuencias del incumplimiento del Acuerdo de Paz, de las profundas limitaciones de la reincorporación, de los efectos del aplazamiento de una solución al problema de la tierra en nuestro país, de la ausencia de la reforma política que avance en la democratización y del fracaso de la política de erradicación de cultivos ilícitos. Obviamente esto motiva nuestra inconformidad pues tal situación está muy lejos de las razones que tuvimos para la dejación de armas.
Señor presidente, qué decirle de las consecuencias de la arremetida contra el Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. Queremos contarle que aquí en la región y en las localidades, nosotros y nosotras le estamos dando la cara a las víctimas. Que no se trate de eventos para publicitar es otra cosa porque los medios gustan más de los casos emblemáticos. Aquí nos encontramos con las víctimas en la cotidianidad de la vida, en sus espacios organizativos e institucionales y en la gestión de mejores condiciones para vivir con dignidad pues en eso somos el mismo pueblo acosado y amenazado por la miseria. Las victimas también reclaman el desarrollo de la unidad especial sobre el paramilitarismo.
Con las víctimas nos hemos comprometido a ofrecer verdad respetando los tiempos del Sistema. En algunos casos ya ha habido esclarecimiento. También estamos comprometidos con el reconocimiento. Y las comunidades cercanas son testigas de que la no repetición es una realidad. La cordialidad con la Fuerza Pública es increíble en camino a la reconciliación. En esto vamos creando condiciones, nos vamos acercando. Pero señor presidente: el incumplimiento del Estado y en particular el hostigamiento al Sistema de Verdad la están poniendo bien difícil. Con el montaje judicial a nuestro compañero Jesús Santrich y su injusto encarcelamiento ya habían colocado un punto muy alto en el camino equivocado.
Señor presidente, no espere de nosotros un debate sobre la ley, sobre el artículo y otros temas jurídicos que tienen quien se ocupe bien de eso en Bogotá. Aquí confiamos en que sus objeciones no pasen por el debate legislativo. Para bien de éste país y de la Humanidad, en Colombia cada vez será creciente la correlación de fuerzas favorable a la paz y no a la guerra gracias a que los beneficios del cese definitivo de fuegos son evidentes en la reducción de víctimas.
Aquí en la Serranía del Perijá, entendemos que el Acuerdo es el que está objetado. No nos sorprende que su gobierno haga esas objeciones: es consecuente con la línea de su partido. En eso nos parecemos ya que nosotros también seguimos una línea partidaria. Y esperamos que así se consolide en la democracia: que las ideas diferentes se tramiten sin las armas y sin el dinero. Sin guerra jurídica. Es muy evidente la negativa a cumplir un Acuerdo firmado por el Estado. Y si no confiamos en la palabra de un Estado, entonces en la de quién señor Presidente. Qué queda para la Humanidad en la solución política de los conflictos armados.
Presidente Duque, esperamos que en agosto no terminemos con el ESMAD en los ETCR. Le anunciamos que no tenemos donde ir. El proceso de reincorporación no es ajeno a las dificultades con el Acuerdo Final en general: también se encuentra en estado lamentable. Aún persiste una errada y en ocasiones mal intencionada interpretación del Acuerdo con respecto a las tierras que demandamos. Todavía hay quienes piensan que cuando hablamos de proyectos productivos en La Habana no las incluíamos. Olvidan que esta es una comunidad que llegó con un arma en las manos y un equipo a sus hombros. Tierra para vivir y producir debería ser una prioridad hacia la reincorporación exitosa.
El balance de la reincorporación temprana no es positivo y presenta muchas limitaciones. Semestre tras semestre aparece la incertidumbre con la continuidad de la educación. En cuanto a la salud, si bien tenemos la misma asistencia de baja calidad que sufre el pueblo colombiano, aquí se ve agravada por heridas de guerra que difícilmente son atendidas. Pensar que el éxito está en la renta básica es un error, aunque no le quita merito a este ingreso. Pero nos quieren ver como empresarios de la noche a la mañana produciendo dinero al mejor estilo de “consiga plata mijo, y si no consigue, consiga plata mijo”. Un estilo tóxico de graves consecuencias para nuestra cultura.
Señor presidente: lo convocamos a consolidar este Proceso de Paz. Aquí en el Caribe, en Tierra Grata, Manaure y Pondores, Fonseca, puede ver el ejemplo de lo que está sucediendo en otros Espacios donde los exguerrilleros y las exguerrilleras hoy tienen sus vidas dedicadas a cumplir con el Acuerdo, a sacar las armas de la política, a prepararse para el transito a la vida civil. A nosotros también nos ha tocado sacrificar muchas cosas pero pensamos que los retos de la Paz engrandecen a los seres humanos. Esperamos que usted comparta con nosotros esta vocación inclaudicable por construir una Paz estable y duradera.
Muchas gracias por venir a Tierra Grata.