La memoria Por: Oriana Lugo y Julia Lledin-Analistas de Contexto SAAD

La memoria Por: Oriana Lugo y Julia Lledin-Analistas de Contexto SAAD

La historia del s. XX y las dos primeras décadas del s. XXI ha estado determinada por grandes conflictos militares, que aunque locales, han estado relacionadas con las tensiones que se originan en el escenario internacional (guerras mundiales, guerra fría, guerras del Golfo).

Los conflictos militares tienen como último objetivo la paz. Para lograrla hay dos posibilidades. La primera, en el campo de batalla, supone la eliminación del oponente. La segunda, cuando no se logra la victoria militar, se opta por alternativas que permitan llegar a acuerdos entre los enemigos, de lo cual existen múltiples ejemplos, como el firmado en Sierra Leona entre el presidente Ahmad Tejan Kabbah y el Frente Revolucionario Unido (FRU), que acordó un reparto del poder tras nueve años de guerra civil.

Un acuerdo para poner fin a un conflicto supone en primera instancia la constitución de un ethos dialógico, es decir, una aceptación del conflicto, donde las diferentes partes involucradas se reconozcan como interlocutores válidos. Solo así es posible un acuerdo que permita deponer, abandonar, no solo las armas, sino también actitudes, prácticas y visiones generadas y reproducidas en contextos de guerra que buscan, por naturaleza, eliminar al otro. El nuevo contexto post acuerdos requiere entonces de la capacidad de escucha y diálogo de todas las partes.

Ahora bien, la paz no se logra con la dejación de las armas únicamente. Es fundamental que quienes participaron de las acciones bélicas vuelvan su mirada hacia el pasado, no solo para explicar los hechos y responder ante las instancias de justicia transicional, sino para la reconstrucción de una memoria histórica en procura de construir una esperanza y avanzar en la no repetición de la violencia.

La reconstrucción de la memoria histórica desde las comunidades y desde quienes se involucraron en los hechos es fundamental para lo que Eric Hobsbawm nombró como la construcción de una historia que no sea “una memoria atávica ni una tradición colectiva”, sino a partir de “lo que la gente aprendió de los curas, los maestros, los autores de los libros de historia y los editores de artículos de revistas y programas de televisión” y, podríamos agregar, de las vivencias cotidianas de quienes viven y transmiten la historia.

La voz y la memoria de quienes vivieron directamente el conflicto armado, como actores del mismo, excombatientes de todos los lados, son necesarias para esa construcción de memoria transformadora del futuro. La memoria de los excombatientes de las FARC-EP debe ser escuchada, es una voz necesaria para la no repetición de la violencia en nuestro país, no solo porque ellos hayan sido actores armados en el conflicto, sino también porque sus vidas, experiencias y aprendizajes reflejan la enorme complejidad del conflicto social y armado en el país. Sus voces no solamente pueden dar cuenta de hechos específicos, por ejemplo, sobre los casos solicitados por la Jurisdicción Especial para la Paz, sino de la integralidad de un conflicto que, si queremos dejar atrás debe ser entendido desde una mirada compleja, no desde la dicotomía buenos versus malos.

Una recuperación integral de la memoria que no se ate al pasado, sino que mire al futuro posibilitará la formación de una nueva generación que esté en condiciones de distanciarse de las pasiones y dolores que acompañaron aquel periodo traumático del país. Este será el signo de esperanza y la posibilidad de la no repetición. La reconstrucción de una memoria no atávica plantea la necesidad de explicar un conjunto de hechos mirando hacia un futuro donde no se repitan. Es aquí donde cobra importancia, como parte del Acuerdo Final de paz, la justicia transicional.



Autorización de tratamiento de datos personales

Mediante el presente documento autorizo al PARTIDO COMUNES, para recolectar, transferir, almacenar, usar, circular, suprimir, compartir, actualizar y transmitir mis datos personales de acuerdo a la ley 1581 de 2012 y con las siguientes finalidades: (1) validar la información en cumplimiento de la exigencia legal de conocimiento del candidato aplicable al PARTIDO COMUNES, (2) consultar antecedentes judiciales, disciplinarios y fiscales emitidos por Policía, Contraloría y Procuraduría respectivamente, (3) para el tratamiento y protección de los datos personales de acuerdo al ordenamiento jurídico incluyendo (direcciones de correo físico, electrónico, redes sociales y teléfono), (4) envío de información con contenidos institucionales, notificaciones, información acerca de resoluciones, normativas e instructivos relacionados con la campaña electoral.


Declaro que conozco: (i) que el PARTIDO COMUNES, actuará directamente como el Responsable del Tratamiento de mis datos personales y ha puesto a mi disposición la línea de atención +57 313 846 30 86, los correos electrónicos gestiondocumentalpartidocomunes.com.co y electoral@partidocomunes.com.co y las oficinas ubicadas en la Calle 39 No 19-29, disponible de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., para la atención de requerimientos relacionados con el tratamiento de mis datos personales y el ejercicio de los derechos mencionados en esta autorización.(ii) que mis derechos como titular del dato son los previstos en la constitución y la ley, especialmente el derecho a conocer, actualizar, rectificar y suprimir mi información personal; así como el derecho a revocar el consentimiento otorgado para el tratamiento de datos personales. Estos los puedo ejercer a través de los canales dispuestos por el PARTIDO COMUNES para la atención a los afiliados y ciudadanos en general.


Otorgo mi consentimiento al PARTIDO COMUNES para tratar mi información personal, de acuerdo con la política de tratamiento de datos personales. Autorizo al PARTIDO COMUNES a modificar o actualizar su contenido, a fin de atender reformas legislativas, políticas internas o nuevos requerimientos para la prestación u ofrecimiento de servicios o productos, dando aviso previo por medio de la página web del partido, y/o correo electrónico.


La información del formato del cual forma parte la presente autorización la he suministrado de forma voluntaria y es verídica.