08 Mar La peregrinación por la vida y por la paz regresó a Bogotá
Ante la grave crisis humanitaria, en la que se cuentan ya casi 300 exguerrilleros de las extintas FARC-EP, la peregrinación por vida y por la paz volvió a la ciudad de Bogotá, de manera urgente y de manera sorpresiva, luego del asesinato de Jorgillo, compañero y líder social muy querido por la comunidad en Putumayo.
El símbolo que representa esta peregrinación es la bota de caucho blanca, representando las marchas que por décadas se hicieron en la montaña, pero esta vez con propósito de paz.
La actividad de hoy consistió en una movilización desde el Planetario Distrital hasta la Plaza de Bolívar, de la que hicieron parte cientos de personas. Al final del recorrido se expusieron fotografías de los compañeros asesinados, además de palabras dadas por un representante de cada delegación.
Conversamos con Alberto Cancharina, antiguo comandante del Magdalena Medio, quien hace parte de la peregrinación. Esto fue lo que nos contó:
De la región llegó una delegación pequeña de 38 personas. Vamos a permanecer hasta el 9 de marzo. Mañana las compañeras van a acompañar la celebración del 8 de marzo y nosotros vamos a estar en otro sitio en la misma marcha. Vamos a bregar por entrevistarnos con distintas instituciones como la comisión de paz del Senado y de la Cámara, con otras instituciones del Estado, así como con el gobierno, aunque ya está de salida, que no es mucho lo que va a hacer pues nada hizo por la paz.
El objetivo político es seguir visibilizando los acuerdos de paz y seguir llamando la atención para que se implementen. Además, hacerle sentir a la gente de que no deben seguir los asesinatos de los firmantes, quienes seguimos firmes por la paz.
La peregrinación continuará hasta el próximo 9 de marzo, con actividades todavía por confirmar, después del balance que e haga de la primera jornada.
Para la vida todo. Para la guerra, nada.