Noviembre 10 de 2020
Doctor:
Germán Vargas Lleras.
Como es de su conocimiento en reciente carta dirigida al ex presidente Juan Manuel Santos, reconocí la responsabilidad de las FARC-EP en los dos atentados contra su humanidad ocurridos en los años 2002 y 2005, a nombre de los antiguos integrantes del antiguo secretariado de esa extinta guerrilla, hoy transformada en partido político legal, gracias al Acuerdo de Paz firmado con el Estado colombiano, en cabeza del gobierno de ex presidente Santos, del cual usted fue vicepresidente.
A raíz de dicho reconocimiento, hemos leído atentamente su columna publicada el pasado día domingo 8 de noviembre, en el periódico El Tiempo, en la cual hace usted una serie de importantes planteamientos que me permito comentar.
Lo primero sea destacar la grandeza y sentido de patria que se lee a lo largo de la misma, al poner el interés general de todos los colombianos por encima de cualquier pretensión personal al referirse a los atentados de que fue víctima de esta forma:
“El país sabe que nunca pretendí derivar provecho político de ellos, nunca he reclamado ni reclamaré ninguna reparación material de las Farc ni del Estado. Me basta con la verdad y la no repetición a que se han comprometido sus autores. No guardo viejos rencores, ni odios ni ánimos vengativos hacia nadie. Pienso que, al igual que yo, nuestro país todo quiere pasar la trágica página de la violencia. Y no lo vamos a conseguir sino perdonando y, de la mano de ese perdón, dándonos nuevas oportunidades de futuro”.
Su posición humanitaria marca el rumbo de la nación hacia una paz estable y duradera construida sobre cimientos de verdad.
Cuando decidimos dar vida al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, las delegaciones de Gobierno y FARC-EP, éramos conscientes de lo que dicha decisión implicaba, dados los enconados enemigos que tiene la verdad en nuestro país; por eso, también sabíamos que dicho sistema soportaría una férrea oposición, aun dentro del propio establecimiento, tal como lo hemos visto a lo largo de estos 4 años, pese a lo cual podemos hacer nuestras sus palabras: “El proceso de paz y la justicia transicional están permitiendo que se empiecen a conocer las necesarias y muy tristes verdades de nuestro país. Sin ellas, cómo pretender seguir avanzando hacia nuestra reconciliación”.
Por eso, y pese a que en el proceso de normatización del Acuerdo, en su parte referida a la Jurisdicción Especial para la Paz, haya sido distorsionado en su esencia, poniendo por fuera de la misma a los altos mandos militares, los funcionarios civiles de los sucesivos gobiernos y los denominados terceros, de nuestra parte queremos reiterarle nuestro compromiso indeclinable con el Acuerdo y particularmente con la verdad, como elemento fundamental para la reconciliación, tal como usted lo señala. En ese sentido, y atendiendo a su solicitud, una vez seamos convocados por la JEP estaremos prestos a entregar todos los detalles que poseemos con relación a los dos atentados de los que usted fuera víctima.
Finalmente, quiero reiterarle nuestra solicitud de perdón y expresarle nuestra gratitud y reconocimiento, extensivo a su familia, copartidarios y amigos, por aceptar nuestra solicitud de perdón de manera tan generosa y altruista.
Cordialmente,
Rodrigo Londoño.