Declaración política

Los días 14 y 15 de diciembre de 2019, sesionó en la ciudad de Bogotá el V pleno, “Fernando Marquetalia, Presente”; del Consejo Nacional de los Comunes, máxima instancia de dirección del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC; con el objetivo de analizar la coyuntura política y ultimar detalles de la que será su segunda Asamblea Nacional, a dos años de haberse constituido como partido político, luego de la firma del Acuerdo de Paz.

Del rico intercambio realizado, destacamos los siguientes aspectos.

16 meses después de iniciado el gobierno del Centro Democrático, en cabeza de Iván Duque, es evidente la crisis de gobernabilidad, reflejada en el alto nivel de rechazo al conjunto de sus políticas, por parte de la opinión pública; así como su falta de voluntad política para unir y reconciliar al país, luego de cerrar un conflicto que nos tuvo enfrentados por más de 50 años. Su empeño en desconocer el Acuerdo de Paz y bloquear por distintos medios la implementación integral del mismo, lo han llevado a convertirse en factor de división y polarización, en contravía de las necesidades y el anhelo mayoritario del país; así pretenda ahora, engañar a la opinión anunciando su intensión, de apoyar la creación de las 16 curules en la Cámara de Representantes para las víctimas de conflicto.

Se suma a lo anterior la pretensión de profundizar el modelo económico neoliberal impuesto por los gobiernos de los últimos 30 años, mediante un nuevo paquetazo económico que busca esquilmar aún más las precarias condiciones del pueblo, como se evidencia en el recién aprobado Plan Nacional de Desarrollo, la distribución del presupuesto nacional, la reforma tributaria que hace tránsito en el Congreso en este momento y las proyectadas reforma laboral y pensional.

Hace aguas la política de seguridad del Estado, contraria a las nuevas realidades que surgen como producto de la firma del Acuerdo de Paz; la idea del enemigo interno que sustenta la respuesta represiva a la inconformidad social y el uso desmedido de la fuerza en el combate a las fuerzas irregulares, son una cara de la moneda, que tiene su complemento en la incapacidad del régimen para garantizar la vida de todos los colombianos, como lo testimonian los más de 170 asesinatos de exguerrilleros, el último de ellos, Manuel Antonio Benítez, hijo del camarada Elmer Arrieta, integrante de la dirección nacional de nuestro partido, ambos firmantes de la Paz.

Es urgente un cambio de la doctrina militar y de seguridad del Estado y el desmonte del ESMAD.  Antes que tratar de regular la protesta social, lo que demanda la Colombia del momento es ampliación y profundización de la democracia.  

Su agresiva política exterior basada en el desconocimiento de principios básicos del Derecho Internacional, como la autodeterminación de los pueblos, el respeto por la soberanía y la no intervención en los asuntos internos de otros Estados, han convertido la cancillería colombiana en una oficina al servicio de los intereses estadounidenses en la región, como lo ilustra su postura frente al bloqueo criminal contra Cuba, su papel dentro del plan golpista contra el gobierno legítimo de Venezuela y el reconocimiento al gobierno de facto de Bolivia.

No son solo las encuestas las que muestran la crisis en que se consume el gobierno de Iván Duque, los recientes resultados electorales, señalan un cambio drástico en el comportamiento electoral de las mayorías, a pocos meses de haber salido elegido con su propuesta ultraderechista.

Pero es, sobre todo, la formidable movilización social y popular iniciada el 21 de noviembre, la que da cuenta del inconformismo social y político y del rechazo generalizado al modelo económico neoliberal, con sus nefastas consecuencias económicas, sociales y ambientales, que golpean las mayorías del país y que explican, en buena medida, el nuevo momento que hoy emerge de lo más profundo de la sociedad colombiana, ubicándonos al lado de pueblos hermanos que hoy recorren caminos similares.

Un país movilizado por la defensa del Acuerdo de Paz y la vida, y contra el modelo económico, que es capaz de mantener en el tiempo formas y niveles desconocidos de lucha social y resistencia, da cuenta de nuevas realidades en las que distintos sectores y actores, motivados por las más disímiles causas, se van encontrando en un propósito común: la necesidad de un cambio de fondo en las políticas con que han venido siendo gobernados en las últimas décadas.

Como Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, hacemos eco de este clamor popular y nos sumamos a este poderoso torrente, favorecido sin duda por el nuevo ambiente generado gracias a la firma del Acuerdo de Paz; saludamos los millones de colombianos y colombianas que se han movilizado y que, con alegría, tenacidad y resistencia son protagonistas de una importante página de nuestra historia social y política. Respaldamos políticamente al Comité Nacional del paro, llamamos a mantener y consolidar la unidad en torno suyo y de otras expresiones de convergencia como Defendamos La Paz y las bancadas Alternativa y pro paz.

Anunciamos que nuestra bancada en el Congreso votará negativamente la Reforma Tributaria y todas las leyes y reformas lesivas para los intereses de las mayorías del país.

Saludamos a nuestros camaradas que continúan prisioneros, 171 de los cuáles están reconocidos por el Estado como exintegrantes de las FARC-EP y llamamos al Estado a ponerlos en libertad inmediata en cumplimiento de lo pactado.

Deseamos al pueblo colombiano unas fiestas navideñas en un ambiente de paz y reconciliación; y, que el 2020 sea un año de logros y avances en el conjunto de luchas por sus reivindicaciones y por una paz completa e integral.

¡Viva el Paro Nacional!

Consejo Nacional de los Comunes, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC

Diciembre 16 de 2019