La FUERZA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA DEL COMÚN FARC informa a su militancia y a la opinión nacional e internacional, que ha celebrado su segundo pleno del Consejo Nacional de los Comunes, en un momento en que Colombia atraviesa por una coyuntura decisiva.
FUERZA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA DEL COMÚN
PLENO DEL CONSEJO NACIONAL DE LOS COMUNES
“FORTALECER LA UNIDAD PARA CONSTRUIR LA NUEVA COLOMBIA”
DECLARACIÓN POLÍTICA
UN PARTIDO UNIFICADO POR LA PAZ Y LA NUEVA COLOMBIA
Bogotá, D.E., 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre de 2018
La FUERZA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA DEL COMÚN FARC informa a su militancia y a la opinión nacional e internacional, que ha celebrado su segundo pleno del Consejo Nacional de los Comunes, en un momento en que Colombia atraviesa por una coyuntura decisiva.
La firma del Acuerdo de Paz de La Habana ha desatado enormes potencialidades de transformación que se abren paso, ante los empeños del viejo establecimiento que lucha por frenar los esfuerzos por la democratización y justicia social. Comienza un nuevo gobierno de corte neoliberal, tras el cual se atrincheran fuerzas retardatarias con interés de impedir cualquier intento de reconciliación o de beneficio para las clases populares. Sus anuncios de reforma fiscal se convierten en un atentado directo contra los trabajadores en beneficio de los grandes capitales.
Nos oponemos abiertamente a sus políticas alineadas con los planes de reversión de la democracia y la integración en el continente, y particularmente a cualquier injerencia de carácter militar o de otro tipo contra Venezuela.
Es el nuestro un partido democrático que en su vida interna, antes que pensar en expulsar, escucha razones y procura allanar diferencias, guiado por sus principios y programas. Su Consejo Político Nacional y su Presidente, al igual que su bancada parlamentaria e instancias nacionales como el CNR y la CSIVI, cuentan con el respaldo total del Consejo Nacional de los Comunes, que reconoce su trabajo y su esfuerzo.
Somos un partido que avanza a pasos gigantes en su organización y consolidación nacional, que trabaja por la unidad, pero que al mismo tiempo se rige por el principio de las mayorías, de la confianza en su dirección. Un partido en el que nadie puede obrar por fuera de las directrices de su dirección nacional. Quien se aparte de estos criterios no puede esperar el apoyo incondicional del partido. Invitamos a quienes en razón de diversos argumentos se han retirado de sus filas, a regresar a él y reforzar la lucha por el completo cumplimiento de lo acordado en La Habana.
Rechazamos de manera enfática el uso indebido de nuestros símbolos históricos, de la memoria de nuestros fundadores y dirigentes, del acumulado político de nuestra lucha, por parte de grupos o personas ajenas por completo a nuestro partido. El partido FARC y su militancia nada tienen que ver con ellos ni con ninguna de sus actividades.
Seguimos convencidos de que los Acuerdos de La Habana son un hito histórico, que no solo puso fin al conflicto armado de más de medio siglo, sino que abrió las puertas a la más amplia democratización del país y a la solución de sus más importantes problemas. Su cabal implementación es absolutamente necesaria y urgente para el futuro del país y sus nuevas generaciones. El respaldo de la comunidad internacional ha constituido un valioso apoyo para nosotros.
Trabajaremos porque las inmensas mayorías colombianas hagan suyos dichos Acuerdos y se sumen a la lucha por su implementación. Reconocemos la imposibilidad de alcanzar la implementación total de lo acordado en un plazo breve, pero observamos con enorme preocupación y hasta con verdadera indignación, el bajo nivel de cumplimiento por parte del Estado.
La Reforma Rural Integral no se ve por ninguna parte, al tiempo que se crece el propósito de reemplazarla con proyectos que sólo apuntan al interés de grandes empresarios. Sorprende la forma como el nuevo ministro de defensa anuncia políticas que desconocen flagrantemente lo pactado sobre sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito.
Nuestro partido exige el cumplimiento de lo acordado en materia de reincorporación integral de los ex guerrilleros. Las amenazas de la miseria y el futuro incierto se ciernen de manera inminente sobre quienes dejaron las armas y cumplieron al pie de la letra lo acordado. A ellas se suman la falta de garantías para su sobrevivencia, ante la avalancha de crímenes y hostilidades contra los ETCR y sus habitantes. 75 exguerrilleros han perdido la vida violentamente, en medio de una aterradora ola de exterminio contra dirigentes sociales y populares. Ese desangre debe terminar para que se pueda hablar de paz. El Estado colombiano está especialmente obligado a cumplir lo acordado al respecto en La Habana.
Repugna que el estado colombiano no ofrezca posibilidades ciertas de reincorporación, pactadas formalmente además. Los proyectos productivos colectivos no arrancan. El nuevo gobierno ha manifestado su intención de cumplir lo pactado en esta materia. Lucharemos con tesón porque así sea.
Las reformas políticas y al régimen electoral se encuentran en lista de espera. Alarma sobremanera a nuestro partido la posibilidad de montajes policiales o judiciales contra sus integrantes. Hemos declarado públicamente que al integrarnos a la vida política legal abandonamos cualquier práctica de naturaleza ilícita y estamos más que dispuestos a respetar al pie de la letra tal compromiso. No cohonestamos la conducta de cualquiera de nuestros militantes que viole lo previsto en el Acuerdo Final.
Otra cosa es que como lo ha puesto de presente el más reciente fallo de la Corte Constitucional, la Fiscalía General de la Nación haya ordenado de manera arbitraria la captura con fines de extradición de Jesús Santrich, sin el menor examen del expediente y las pruebas que pudieran justificar tal petición por parte de la justicia norteamericana. La libertad de Santrich es un imperativo jurídico del fallo de la Corte y debe cumplirse de modo inmediato.
Existe una campaña masiva de carácter mediático contra nuestro partido y sus dirigentes. A ella se suma el señor Fiscal que insiste en imputar a la FARC conductas ilícitas que sólo existen en su cabeza. El mismo Fiscal mantiene congeladas más de quince mil investigaciones por paramilitarismo contra diversos autores intelectuales y materiales. Y se ha atravesado reiteradamente a la Comisión de Investigación Especial de los crímenes del paramilitarismo pactada en La Habana.
No nos asusta ninguno de los mecanismos judiciales o extrajudiciales pactados para el conocimiento de la verdad del conflicto. Colaboraremos abiertamente en ellos para que el país y el mundo conozcan las auténticas dimensiones y horrores de la guerra que terminó, que van mucho más allá de la intención de inculpar exclusivamente a una de las partes. Nuestro compromiso en este sentido es con las víctimas y el conjunto de la sociedad.
Es nuestro propósito trabajar por una gran convergencia nacional de fuerzas democráticas y progresistas, capaz de extender los grandes avances obtenidos en las elecciones recientes a la Presidencia y la consulta anticorrupción. Confiamos en que los procesos electorales a futuro, particularmente los del 2019, unidos a la lucha en las calles, profundicen la unidad del pueblo colombiano. Grandes retos nos esperan y aspiramos a cumplirlos en conjunción con las grandes mayorías.
CONSEJO NACIONAL DE LOS COMUNES FARC
Bogotá, 2 de septiembre de 2018.