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Por: Comisión de Mujeres, Género y Diversidades (Cali)
La maternidad es parte de la identidad y la fuerza de muchas mujeres y debe ser defendida como tal, siempre y cuando sea nuestra decisión.
Históricamente se nos ha negado el conocimiento sobre nuestro cuerpo y lo que pasa en él. La educación sexual nos permite conocer sobre métodos anticonceptivos, sobre nuestro ciclo menstrual, sobre el placer y sobre una sexualidad libre de violencias. La información nos da libertad.
Los métodos anticonceptivos nos permiten planificar la decisión de ser madres o no en distintas etapas de nuestras vidas y, en algunos casos, prevenir la adquisición de enfermedades de transmisión sexual. Los métodos anticonceptivos nos protegen.
Sin embargo, la realidad es que muchas mujeres en Colombia no tienen acceso a la información ni a los anticonceptivos. Muchas usan métodos de planificación que fallan o no son efectivos; o están en lugares alejados de centros de salud y no pueden realizarse controles médicos con periodicidad.
Muchas viven violencias en su matrimonio, no las dejan usar anticonceptivos, sus parejas las obligan a tener relaciones sexuales. Muchas son violadas en la calle, o por un familiar.
En cualquiera de estas circunstancias puede haber embarazos no deseados y el aborto es una posibilidad. Por eso decimos que hace parte de la autonomía de nuestros cuerpos. Es un tema de salud pública: Siempre va a haber mujeres que decidan abortar, por distintas razones, y el Estado debe garantizar que no sea una práctica insegura, que ponga el riesgo sus vidas.
La existencia del derecho al aborto no lo hace obligatorio. Es una opción, para las que lo necesiten o lo deseen, al igual que otros derechos como el matrimonio, el divorcio y el voto.
Es una necesidad para las mujeres en las zonas rurales y empobrecidas, que no tienen acceso a la educación sexual, ni a los anticonceptivos.
El 21 de febrero de 2022 la Corte Constitucional falló a favor de la despenalización del aborto hasta la semana 24 de gestación. Después de este tiempo siguen vigentes las tres causales de la Sentencia C-355 de 2006, las cuales son: 1. Riesgo para la salud de la madre o el feto; 2. Malformación del feto y 3. Violación.
Esta decisión de la Corte no es una ley. Exige al Congreso y al gobierno el desarrollo de una política pública integral, que garantice información sobre opciones para antes y después del embarazo, eliminar obstáculos para derechos sexuales y reproductivos; prevención de embarazo y planificación; programas de educación sexual y reproductiva, y acompañamiento a madres que incluyan adopción.
Es fundamental reducir las trabas para la aplicación de un derecho encaminado a la protección de la vida de las mujeres.
Por eso decimos: ¡Información para decidir; anticonceptivos para no abortar; aborto legal para no morir!
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