27 Dic El adiós a una madre
Nuestro partido recibe con profundo dolor la muerte de la señora Alix Pineda de Palmera, ocurrida en la ciudad de Valledupar el día 27 de diciembre. Era ella la madre de Ricardo Palmera Pineda, Simón Trinidad, revolucionario íntegro, extraditado de modo arbitrario a los Estados Unidos, donde se lo condenó a pagar una pena absurda e injusta, con la que se pretendió escarmentar el pensamiento de avanzada en nuestro país, Nuestra América y el mundo entero.
La señora Alix se aproximaba al siglo de vida, gozando de vitalidad y claridad mental sorprendentes. Precisamente, para su último cumpleaños, pidió a su familia que en vez de una celebración, le ayudaran a organizar un viaje a la prisión de máxima seguridad en Florence, Colorado, por cuanto no estaba segura de cumplir los cien años. Sentía la necesidad de ver y abrazar a su hijo por la que presentía sería la última vez, así podría despedirse de él.
Los ojos tristes de Simón parecían querer saltar de su rostro para seguir la figura de su madre tras despedirse de él, con la convicción de que sería también su último encuentro. Ella, siempre sabia, daba ejemplo hasta el final de su carácter firme. Llegaba la hora de partir y tenía que dejar todo arreglado. Mujer de legendaria belleza, de maneras refinadas, esposa y madre ejemplar, reconocida deportista en sus años juveniles, acaba de dar su último adiós a Valledupar y el mundo.
Sabemos de su sufrimiento de madre, que afrontó con dignidad sin par. Junto con su esposo Ovidio se vieron obligados a refugiarse en la ciudad de Asunción, en el Paraguay, cuando los tiempos difíciles reinaron en el Cesar y el país. Atenta a los desarrollos políticos de la confrontación interna, en cuanto supo que las conversaciones de paz de La Habana ya no tendrían retorno, se aprestó para volver a Colombia y a su querido Valle que también extrañaba su presencia.
Allá en el extranjero, exiliada, perdió a su compañero de toda la vida, al padre de sus hijos, y tuvo que darle cristiana sepultura lejos de su tierra. Después no descansaría hasta lograr que sus restos fueran repatriados a Colombia, para poder sin duda descansar a su lado. Su nieta, Alix, la hija que Simón tuvo en la guerra, también cayó por cuenta de un nefasto bombardeo, cuando cumplía su deseo de visitar a su madre en las selvas del sur del país.
Hoy, el partido de la rosa, el partido de Simón Trinidad, rinde el más emotivo homenaje a la memoria de la señora Alix Pineda de Palmera. Cuando una madre así fallece, a los 99 años de edad, tras una vida rica en dones y bondades, muere de algún modo la madre de todos los seres vivientes. Nuestro abrazo repleto de sentimientos de solidaridad y pesar para Simón, para su familia, para Valledupar que pierde a otra de sus grandes matronas. Dios la reciba en la gloria.
CONSEJO POLÍTICO NACIONAL
FUERZA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA DEL COMUN FARC
Bogotá D.C., 27 de diciembre de 2019.