Por redacción
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba constituye una política sistemática de agresión económica que se mantiene desde hace más de seis décadas. El objetivo fundamental de dicha política es asfixiar económicamente al país, provocar malestar social y forzar un cambio de del sistema socialista que tanto les incomoda a los gobernantes estadounidenses.
Como respuesta a la toma del poder en 1959 por el movimiento 26 de julio con Fidel adelante que comenzó a gobernar para el pueblo y con el pueblo Washington impuso sanciones. “El 7 de febrero de 1962, el entonces presidente de EE.UU. J. F. Kennedy, mediante la Sección 620a de la Ley de Ayuda Extranjera (1961), declaró el bloqueo total contra Cuba. Ley para la Democracia Cubana o Ley Torricelli (1992) y la Ley Helms Burton (1996):
La filosofía de esta actitud esta formulada en estas palabras del vicesecretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, Lester D. Mallory, en un memorándum secreto del Departamento de Estado definía la esencia del bloqueo: *
“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducir sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Esto demuestra que el problema no es el sistema, el problema es que no les conviene el sistema socialista porque no pueden seguir explotando al pueblo cubano como antes, no perdonan que este pueblo defienda su conquista. Y castigan con el bloqueo a toda la población cubana.
Son medidas de carácter extraterritorial que convierte al bloqueo en una política que no solo restringe las relaciones comerciales entre ambos países, sino que también impide a empresas y gobiernos de terceros Estados mantener vínculos con Cuba bajo la amenaza de sanciones. Desde la perspectiva del gobierno cubano, ello constituye una violación del derecho internacional y de la soberanía nacional.**
El bloqueo tiene consecuencias humanas y sociales profundas, un caso de genocidio en cámara lenta” “un acto de guerra económica en tiempos de paz” y un intento deliberado de “asfixiar” al pueblo cubano mediante el hambre, la escasez y la privación material.
Las afectaciones se extienden a sectores clave como la salud pública y la educación, donde las restricciones para adquirir insumos, equipos médicos y tecnologías han ocasionado pérdidas millonarias. A pesar de ello, el gobierno cubano afirma que el pueblo ha resistido con dignidad y creatividad frente a esta política de coerción.
Este 28 de octubre de este 2025, de nuevo Cuba presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas un informe que cuantifica los daños del bloqueo.
El bloqueo no es una medida económica aislada, sino una estrategia integral de dominación y castigo político, contraria al derecho internacional, que busca impedir el desarrollo de un país que ha optado por un modelo socialista e independiente.
*: http://www.cubadebate.cu/especiales/2023/10/30/como-se-instrumenta-el-bloqueo-de-estados-unidos-a-cuba/
**: http://www.cubadebate.cu/especiales/2024/09/15/el-bloqueo-de-eeuu-a-cuba-y-su-efecto-extraterritorial/
