02 Mar Un nuevo montaje en el caso Santrich
«Colombia y la opinión internacional no pueden dejarse confundir. Alguien está mintiendo gravemente de nuevo en este asunto, y el contexto en que se produce suministra claros indicios acerca de quién se trata. Santrich debe ser puesto en libertad inmediata.»
Justo cuando la embajadora de la Unión Europea en Colombia recorre diversas zonas del país, particularmente aquellas donde se sintió más fuertemente el conflicto armado, y cuando declara públicamente que la JEP puede ser realmente un modelo para otros procesos de paz, la Fiscalía General de la Nación, a cuya cabeza se halla Néstor Humberto Martínez, sorprende al país con una nueva maniobra para desprestigiar esa jurisdicción, a la que se ha opuesto desde su creación.
La operación efectuada el día anterior en sendos hoteles de la capital de la República, y que dio como resultado la captura de Carlos Julián Bermeo Casas, fiscal de apoyo II de la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz, del exsenador y parapolítico Luis Alberto Gil y otras personas, ocurre también cuando se debaten en el país dos temas de trascendental importancia para la consolidación del proceso de paz.
Por una parte, la JEP se ocupa de la definición de la fecha de ocurrencia del ilícito imputado por la justicia norteamericana a Jesús Santrich, decisión rodeada de hechos tan inverosímiles como el extravío de documentos enviados por dicha jurisdicción a las autoridades estadounidenses, y que le ha significado las más groseras presiones por parte de sectores políticos y funcionarios oficiales, que hacen depender su credibilidad y respeto exclusivamente de una decisión negativa al acusado.
Al mismo tiempo es conocido de la opinión mundial que tras haber sido aprobada por el Congreso de la República la Ley Estatutaria de la JEP, y luego de producirse el fallo de la Corte Constitucional acerca de su exequibilidad, enemigos declarados de la paz porfían porque el Presidente Duque, en lugar de sancionarla la objete por supuestas inconveniencias. El Fiscal Martínez es precisamente uno de los que ha argumentado las más necias falsedades con dirección a ese objetivo.
Nuestro partido condena por principio cualquier manifestación de corrupción en los sectores público o privado, más cuando con ella se intenta burlar la justicia o usarla en beneficio de intereses particulares. Por lo mismo, confiamos en que este episodio sea objeto de las más rigurosas investigaciones y sanciones, si los hechos expuestos tienen fundamento. Pero condenamos enfáticamente que se pretenda con ellos enlodar el prestigio y la seriedad de la JEP.
Han sido reiterados los pretextos invocados para impedir que el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no Repetición aprobado en el Acuerdo Final de Paz, sea implementado y aplicado en su integridad. Por ello consideramos que este nuevo show presentado por la Fiscalía al país, hace parte de la cadena de infamias con las que se busca asegurar la impunidad a reconocidos círculos económicos y políticos por sus crímenes en el conflicto.
Colombia y la opinión internacional no pueden dejarse confundir. Ya la Jurisdicción Especial para la Paz ha dejado perfectamente claro, que el principal acusado en el caso presentado por el Fiscal, ni siquiera la Unidad de Investigación y Acusación a la que pertenece, tiene la más mínima incidencia en la decisión a adoptar en el caso Santrich. Es evidente que estamos ante un nuevo montaje en el caso Santrich, más cuando la justicia gringa se niega a aportar las pruebas solicitadas.
Alguien está mintiendo gravemente de nuevo en este asunto. Y el contexto en que se produce suministra claros indicios acerca de quién se trata. Santrich debe ser puesto en libertad inmediata.
Consejo político Nacional
Fuerza alternativa Revolucionaria del Común – FARC
Bogotá, 2 de marzo de 2019