Rubín Morro
El pasado 6 de marzo informaba el Gobierno Nacional sobre los primeros infectados por el COVID-19, entre otras cosas por una enorme irresponsabilidad del presidente Duque al demorarse hasta el 23 de marzo cerrar los aeropuertos para vuelos internacionales. Por ahí llegó expresamente a Colombia, la pandemia que azota a la sociedad mundial.
Luego del primer “aislamiento preventivo” declarado por la alcaldesa Claudia López, el presidente en el marco del “Estado de Excepción y de Emergencia” decretó la “cuarentena obligatoria” hasta el 27 de abril a las 12-00 de la noche, para mitigar el avance del contagio y crear las condiciones médicas para el tratamiento de la infección viral.
Anoche el presidente Duque anunció que la cuarentena se extenderá hasta el 11 de mayo. “Hemos tomado la decisión, dijo el presidente, de extender el Aislamiento Preventivo Obligatorio, inicialmente hasta el 11 de mayo, dándole cabida a otros sectores que puedan participar con protocolos y responsabilidad”: El presidente Duque dijo que se abrirían algunos sectores de la economía (construcción y manufacturas), transporte intermunicipal permanece cerrado, y aclara que los aeropuertos no se abrirán para vuelos nacionales ni internacionales, también podrá hacer ejercicio individual con medida de prevención muy serias.
En consecuencia a partir del 27 de abril, el Estado Colombiano decretará el “aislamiento preventivo obligatorio”. Dando un paso significativo a la apertura económica con protocolos especiales, los cuales añadió se aplicarán con absoluta rigurosidad. ¿Qué pasará luego del 27 de abril?. Tal vez , no resulte tan “inteligente” este nuevo ejercicio de reactivación económica. ¿Pero qué se dijo y acordó para las comunidades vulnerables que permanecerán 14 días más confinados?, Nada; les tocará seguir sin que se les resuelva alimentación y servicios públicos. Es posible que estas necesidades vitales generen acciones de desobediencia en la búsqueda de alimentos.
Según lo dicho por la mismas autoridades médicas, se podría producir un relanzamiento del contagio. La verdad, el gobierno a pesar de haber mermado con sus medidas de prevención en el avance del virus, se puede producir un nuevo brote de infección, pero pudo más la reactivación económica en poderosas industrias y la construcción. Mejor dicho protegiendo los grandes conglomerados financieros sin tener en cuenta en nada la solución para las comunidades más necesitadas, sin un mínimo básico vital, para poder estar responsablemente en la cuarentena. Como han hecho otros gobiernos, darle prioridad a la vida humana y no al gran capital
Es cierto que el COVID-19, es un virus peligroso, pero con medidas higiénicas se puede reducir su avance y hasta evitarlo, pero el hambre, no se alivia con medidas de “paños de agua tibia”, limosnas, caridades ni ayudas asistenciales, sino soluciones estructurales y reales. Lo único que garantiza la lucha contra la pandemia es la cuarentena, pero “sin hambre” y este gobierno no lo hará, por eso, es una irresponsabilidad grave y total activar una buena parte de la economía y abrir así sea gradual, el tráfico de personas en las calles. Uno podría pensar que el presidente Duque se está “lavando las manos”. Esta es una decisión equivocada, no solo política sino un claro atentado contra la salud de todos los colombianos, con un eventual resurgimiento masivo de infectados por el coronavirus pueden colapsar los hospitales y clínicas, en consecuencia muertes masivas como pasó en nuestro vecino Ecuador y otros países por el mal manejo de la crisis sanitaria.
Es evidente la presión al Gobierno Nacional de los comerciantes y los sectores poderosos de la economía colocando a merced de la pandemia a los trabajadores y quienes tienen que rebuscarse el sustento diario. Es risible, escuchar a la vicepresidente Martha Lucía Ramírez, asegurando que los trabajadores mantendrán siempre en sus labores una distancia de dos metros. ¡Que ilusa!, pretender meternos ese cuento tan infantil.
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común-FARC, el 30 de marzo propuso al Gobierno Nacional la aplicación del PLAN DE CHOQUE SOCIAL, que consta de 9 puntos esenciales a saber: Fortalecimiento estructural e integral del sistema de salud, Garantías de empleo, Ingreso básico y dignidad de vida, Mínimo vital en servicios públicos; Congelamiento de créditos, Subsidios al sector educación, Intervención del sistema financiero, Suspensión y reconsideración de impuestos; Garantía de seguridad alimentaria. #CuarentenaSiPeroSinHambre.