(Agosto de 1750 – 5 de septiembre de 1782, en la Paz, Bolivia)
Hija de comerciantes de hoja de coca y de los tejidos nativos, se desplazaría por numerosos lugares del altiplano, observando la opresión a que eran sometidos los indígenas de los Andes por el racismo colonial y clerical foráneo. Así, Bartolina Sisa fue tomando verdadera conciencia y asumiendo una profunda convicción por redimir a su pueblo de las cadenas de la opresión y luchar por la emancipación definitiva de las comunidades originarias andinas.
A los 25 años, se casó con Julián Apaza, más tarde conocido como Tupac Catari, el cual antes de comenzar la guerra había sido sacristán en la parroquia de Ayoayo situada a noventa kilómetros de la Paz. Durante esta etapa, ambos tuvieron la ocasión de coincidir con los ideales libertarios del arriero José Gabriel Condorcanqui (Tupaj Amaru) y de los hermanos Dámaso y Tomás Katari de Chayanta, con quienes aunaron sus propósitos emancipatorios basados en una sólida convergencia de criterios, tácticas y estrategias de lucha.
En el año 1780, todo el altiplano se hallaba convulsionado con la sublevación de Tupac Catari. Bartolina ayudó a organizar campamentos en el Alto de La Paz, Chacaltaya, Killikilli, El Calvario, etc, impartió justicia, cuidó de las armas y de la alimentación, dirigió tropas.
Al estallar la insurgencia Aymara-Quishwa de 1781, su esposo era proclamado Virrey del Inca y ella era proclamada Virreina; no porque haya sido la esposa de Tupaj Katari, sino por el mérito propio que adornaba su personalidad.
El 13 de marzo de 1781, el Ejército Aymara decidió la toma de La Paz, sitiándola. El ejército de los Katari-Sisa que durante el inicio del Sitio de la ciudad contaba con 20 mil combatientes, al cabo de 5 meses alcanzaron a 80 mil. Con el paso del tiempo comenzaron a faltar los víveres y el agua en la ciudad sitiada, todos los días el ejército Catarista avanzaba sobre la ciudad.
El 21 de mayo, Tupac Catari se alejó y el ejército quedó bajo la dirección de Bartolina Sisa, su misión fue la de cuidar que el cerco a Chuquiago no se rompiera, pero los españoles, al ver a una mujer en la dirección enviaron 300 soldados para capturarla. Lejos de pensar en retirarse, Bartolina ordenó el ataque que ella dirigió y a fuerza de piedras los españoles fueron derrotados por el ejército andino donde las guerreras aymaras lucharon a la par de los hombres aymaras.
Se habían cumplido 109 días del cerco Katarista cuando el 10 de julio de 1781 los españoles recibieron refuerzos desde Charcas. Tupac Catari fue obligado a replegarse y en esta acción se produjo la captura de Bartolina Sisa, cuando la comandanta se dirigía al campamento de Pampajasi, sus mismos acompañantes la traicionaron y la entregaron al cruel Flores quien la condujo presa a la ciudad de La Paz.
Los españoles torturaron a Bartolina Sisa y le dieron el peor de los tratos pero la mantuvieron con vida, esperando usarla como un cebo para capturar a Katari. Sin embargo, Tupac Katari no cayó en la trampa y envió a dos mensajeros para que entregaran alimentos, coca y oro a Bartolina.
El 5 de septiembre de 1782 La gran Bartolina Sisa, insobornable comandante en jefa de las fuerzas emancipatorias de las naciones originarias andinas, morió ahorcada, no sin antes sufrir una horrenda tortura física y moral, flagelada, violada, azotada, arrastrada a puntapiés en un inmenso charco de sangre.
Ya muerta Bartolina Sisa, y no conforme con ello, sus verdugos descuartizaron su cuerpo y exhibieron su cabeza y sus extremidades en distintos lugares de los ayllus y caminos donde ella resistió con su lucha. Su cabeza fue clavada en la punta de una picota, “para escarmiento de los indios”, decían sus verdugos, y la situaron en Jayujayu-Marka, hoy provincia Aroma del departamento de La Paz. Sus extremidades fueron enviadas a Tinta-Marka, una comunidad situada en la actual república del Perú, donde también fueron exhibidas en sendas picotas.
Cada 5 de Septiembre, se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena. Esta fecha fue propuesta en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiwanaku, en conmemoración de la muerte de Bartolina Sisa.
¡ JALLALLA KULLAKA BARTOLINA SISA !…