Acto público de reconocimiento de responsabilidad y solicitud de perdón por parte del extinto Bloque Magdalena Medio de las desaparecidas FARC-EP

Barbosa, Santander – 15 de marzo de 2024

En un hito significativo hacia la reconciliación, los firmantes y comparecientes del extinto Bloque Magdalena Medio han dado un paso al frente en el proceso de paz en Colombia. En el marco del macrocaso 01 de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se llevó a cabo un acto público de reconocimiento de responsabilidad y solicitud de perdón por los secuestros políticos perpetrados en la provincia de Vélez. Esta acción, solicitada expresamente por las víctimas acreditadas ante la JEP, marca un momento clave en la búsqueda de la verdad y la reconciliación en el país.

Durante más de un año, víctimas y comparecientes han mantenido diálogos profundos, expresando sus expectativas, temores y demandas de esclarecimiento de la verdad. Este proceso ha sido esencial para establecer la confianza necesaria entre ambas partes y avanzar hacia la reconciliación.

El acto público, llevado a cabo en Barbosa, representa la culminación de un proceso de construcción de confianza. Aquí, las partes han respondido a las necesidades de las víctimas y reconocido el compromiso de los firmantes del Acuerdo de Paz. Este evento marca un paso adelante en la construcción de la paz y la reconciliación en la región.

Entre los resultados destacados de este acto público se encuentran:

  1. La satisfacción del derecho de las víctimas al acceso a la verdad y a la restitución de su nombre y honor por los perjuicios causados por el secuestro.
  2. El compromiso del Ministerio del Interior para desarrollar un plan de transformación territorial para Santander, buscando abordar la omisión de sus municipios en los municipios PDET.
  3. Una solicitud conjunta de víctimas y firmantes para que el gobierno atienda las necesidades insatisfechas de la población rural en áreas como salud, educación, titulación de tierras y protección ambiental.
  4. La firma conjunta de un compromiso por la paz y la reconciliación de la región, donde las víctimas y los firmantes se comprometen a ser agentes activos en la construcción de un territorio próspero y libre de violencia.

Este acto público refleja el progreso hacia una sociedad más justa y reconciliada, donde el diálogo y la colaboración son fundamentales para construir un futuro en el que no se repita la historia de violencia. Es un paso significativo en el camino hacia la reconciliación y la paz duradera en Colombia.