COMUNERAS

NUESTRA HISTORIA

Mujeres, féminas, guerreras, políticas, científicas, intelectuales, escritoras, pintoras, campesinas, obreras, amas de casa, trabajadoras independientes, empleadas, rebuscadoras; de todos los colores, indígenas, negras, blancas y la gran mayoría mezclas históricamente mezcladas; todas luchadoras, andariegas,… Desde el origen de la humanidad hay mujeres, la mitad de ella, y junto a la otra mitad, en el desarrollo y formación de la sociedad; hemos hecho historia.

María de los Ángeles Cano Márquez, la flor del trabajo

María de los Ángeles Cano Márquez (Medellín, 1887 – abril 26 de 1967), La Flor del Trabajo. Dirigió la lucha por los derechos civiles fundamentales de la población y por los derechos de los trabajadores asalariados; encabezó la convocatoria y agitación de las huelgas obreras, colaboró en la difusión de las ideas socialistas y participó en forma decisiva en la fundación del Partido Socialista Revolucionario. María se vinculó al movimiento literario a principios de los años veinte. Entre 1921 y 1923 publicó escritos en la revista Cyrano, con el seudónimo de Helena Castillo y con su propio nombre. Luego, en El Correo Liberal, junto con María Eastman y Fita Uribe, propició concursos de literatura y poesía femeninas. En enero de

Bertolina Sisa jefa de las fuerzas emancipatorias

(Agosto de 1750 – 5 de septiembre de 1782, en la Paz, Bolivia) Hija de comerciantes de hoja de coca y de los tejidos nativos, se desplazaría por numerosos lugares del altiplano, observando la opresión a que eran sometidos los indígenas de los Andes por el racismo colonial y clerical foráneo. Así, Bartolina Sisa fue tomando verdadera conciencia y asumiendo una profunda convicción por redimir a su pueblo de las cadenas de la opresión y luchar por la emancipación definitiva de las comunidades originarias andinas. A los 25 años, se casó con Julián Apaza, más tarde conocido como Tupac Catari, el cual antes de comenzar la guerra había sido sacristán en la parroquia de Ayoayo situada a noventa kilómetros de

Hasta la vista, Compay Por eso prefiero no escribir más

Ayer Juan Padrón, aquel querido cubano bigotón, comenzó a estar presente de otra manera para todas las personas a las que nos ayudó a crecer. Aquí va tan solo una partecita de lo que significa para mí: No es posible imaginar a Cuba sin Elpidio Valdés, ese personaje de dibujo animado que Juan Padrón creó en 1970, con el que aprendí a amar las luchas independentistas cubanas, a creer en la libertad y la justicia y a despreciar la dominación colonial española. Así, nacionalistas y antimperialistas, nos crió Padrón, a través de Elpidio y el resto de sus acompañantes, sin que la Historia se volviera tediosa o panfletaria y sin perder la risa jamás. Gracias a mamá tuve la suerte